Ya no todo pasa en semanas, no en días. Estamos hablando de horas. ¡Pero qué vertiginoso! Las cosas están sucediendo de una manera tan intensa, todo tan revuelto, todo con un final, con una culminación. Todo al mismo tiempo. A veces siento que la marejada me va a llevar, y entonces recuerdo que mi propia burbuja lleva un rumbo.
Sólo son turbulencias.