Definitivamente hay qué aprender a ser pacientes, pues uno nunca sabe si las cosas van a dar algún giro. Siempre que ocurra un evento inesperado, bueno o malo, hay qué permitir que evolucione un poco con el fin de tomar la decisión más adecuada.
Adicionalmente, si hay viento a favor, hay qué remar de cualquier forma para que la nave vaya mejor.